Creer en los demás es fácil. Creer en nosotros mismos lo es mucho más; sobre todo cuando amamos profundamente aquello que deseamos se manifieste en nuestra vida.

¿Te ha sucedido que estás a punto de conquistar una nueva meta, iniciar un nuevo proyecto o lograr un cambio importante en tu vida y de pronto haces algo que no debías ni necesitabas hacer que te lleva completamente de retroceso?

¿Conoces gente que no es feliz a pesar de que lo sueñan todos los días?

¿Por qué las personas siguen en crisis una y otra vez aunque claman todos los días para que esto no pase? ¿Por qué muchos no pueden dar ese salto que necesitan a un nuevo nivel de vida, más estable, más armonioso y trascendente por más que lo intentan? ¿Es su destino o habrá algo que estén haciendo mal?

Definitivamente nosotros mismos nos ponemos límites y definimos nuestra realidad con cada decisión que tomamos. Cada vez lo tengo más claro, y lo compruebo cuando al final de mis conferencias lo escucho en muchísimas personas que me hacen el honor de platicarme aquellas cosas que les suceden, lo que les inquieta, les molesta o simplemente aquello que no las deja avanzar.

He escuchado de todo: Divorcios, relaciones tóxicas, crisis económicas, depresión, intentos de suicidio, fallecimientos, inseguridad, baja autoestima y mil cosas más que están en las mentes de millones de personas en el mundo y que aunque algunas de ellas parecen de lo más común, para muchos es la razón central de su intranquilidad y desasosiego. Pero hay algo, existe algo único que circula alrededor de estos problemas. Han descubierto (confieso que no fui yo) que existe un enemigo silencioso que hace que todos esos planes aparentemente extraordinario de cambio se vayan a la basura y al olvido.

Esta trampa es el autosaboteo. Es silenciosa porque calladamente nos va atacando en nuestra mente como un juego de caricatura entre el diablo y el ángel, en donde libramos una lucha verdaderamente desgastante. Se disfraza inteligentemente porque protege una necesidad profunda de la persona. Se vuelve nuestro enemigo porque está en contra de nuestra felicidad, y aunque de entrada sabemos que nunca nos dejará ganar tampoco es bueno siquiera ponértele al “tú por tú”. A él no le importa si lo quieres destruir porque siempre estará cuando lo llames; al contrario, quiere hacer hasta lo imposible por verte caer, por aplastarte y que no puedas siquiera respirar.

Algunas personas me decían en un curso que dicté hace poco que se sentían frustradas porque por más que han escrito cientos de afirmaciones positivas, las han pegado por toda su casa, las leen en las mañanas y en las noches, no sucede o no fluye eso que desean. Y cuando las escucho pareciera ser que me dicen: David, falta algo. Y desde luego que falta. Hay que tomar en cuenta que además de nuestras intenciones (que éstas pueden ser lindas, nobles y positivas) también existen las contraintenciones: herramienta por excelencia del autosaboteo.

Desafortunadamente para muchos, las contraintenciones son mucho más fuertes y pesan más en sus decisiones que todos sus proyectos de cambio. ¿Has conocido a alguien que quiere ser feliz y hace totalmente lo contrario a ello?

Hace algunos años tenía a una muy amiga que siempre se quejaba de su relación de pareja porque la asfixiaba, eran muy posesivo con ella, no la dejaba ser, entre otras quejas. ¿Y sabes que sucedió? Sí, justo, terminó con otra persona igual y en peores circunstancias.

Este fenómeno les pasa mucho también a los que desean iniciar su independencia financiera con un nuevo negocio, pero antes de abrirlo, literal MUCHO ANTES, ya lo está llevando a la bancarrota pensando qué va a pasar si pierden todo, si se endeudan, si les salen mal las cosas.

Algunos otros simplemente quieren mejorar su condición económica pero siguen trabajando donde mismo, bajo las mismas circunstancias y los mismos esquemas. Llevan cinco años quejándose pero siguen sin hacer nada por aprender más, por ganarse un aumento o por empezar algún emprendimiento. El comportamiento saboteador siempre logra que permanezcas en el mismo lugar, porque es más fácil que caigas en la trampa desde ahí, desde tu zona cómoda.

Algunos le llaman “ser realista”, pero la verdad no conozco a ninguno de esos “realistas” que realmente esté plenamente realizado con lo que hace. Para mí son enemigos o paralizadores de sus propios sueños, con intenciones contrarias a lo que desean.

En tus pensamientos está la clave para poder enfocarte en lo que SÍ deseas y trabajar hacia ello. No se trata de pelear con el autosaboteo. De hecho ni siquiera se trata de evitar estos pensamientos porque sería imposible. Recuerda: nunca le vas a ganar. Lo importante radica en reencuadrar tus creencias, poder definir exactamente qué es aquello que deseas y seguir en el camino a pesar de la adversidad. Lo importante está en no enfocar nuestra atención en los pensamientos saboteadores o en las palabras de uno que otro matasueños que anda suelto por las calles.

Te comparto dos claves poderosísimas que me han servido para afrontar aquello que deseo generar en mi vida (y justo en estos momentos lo estoy aplicando con ciertas situaciones)

1) VIBRA EN LA FRECUENCIA DE LO QUE QUIERES: Esto quiere decir que por más afirmaciones bonitas que escribas si tus pensamientos siguen sintonizando con la pobreza, la enfermedad, la angustia, la inseguridad o la violencia, no hay forma de no autosabotearte. Recuerda que el saboteo son simples pensamientos sobre determinadas circunstancias. En el momento en que descubras la necesidad del porqué actúas de esa manera estarás creando conciencia de lo que te sucede y será más sencillo trabajar contigo. Cultiva tu mente, tu corazón y tu espíritu con aquellos libros, películas, conversaciones, amistades, círculos, encuentros, retiros que realmente te ayude a estar en paz contigo; no con lo que te destruya. No hay mejor forma de dejar a un lado el autosaboteo que estando en un nivel de conciencia más alto del que ahora estás. En otras palabras, trabaja con tu interior para que descubras en el exterior. Aquí hablamos de centrarte en tu espiritualidad, en tu conexión divina.
2) NO CAMBIES TU VIDA, SÓLO DA PASOS PEQUEÑOS Y VERÁS COMO SE CAMBIA SOLA: Victor Espejo, especialista de la atracción habla sobre jugar juegos ganables. Esto quiere decir, enfócate en realizar tareas pequeñas que te vayan acercando a tu objetivo, en donde sabes que ganarás y regálate pequeños reconocimientos cada vez que lo logres. Si quieres encontrar pareja no tengas como meta casarte en un mes, porque será frustrante el resultado (aunque hay sus excepciones). Revisa qué hay que poner en orden contigo, de qué forma te podrías gustar más como persona o cómo puedes ser más atractivo, más profundo, más auténtico. Si quieres iniciar un negocio pues al menos ve creando el producto, diseñando el servicio, juega creando publicidad, habla para informarte de cómo registrar la marca, de cuánto cuesta la renta del local; La idea es creer para poder crear y estar creando al mismo tiempo que estás creyendo.

Si en algún momento sientes que te sales del carril y dejas de acercarte a tu objetivo o inclusive haces totalmente lo contrario a él, acuérdate de este enemigo silencio y enfréntalo de una forma inteligente, sin peleas, sin dramas mentales. Simplemente vuelve al redil y trabaja contigo para cada vez creértela más, estar más en paz y estar realmente conectado con lo que deseas. Verás como todo se acomoda y te empieza a llegar justo lo que necesitas.

Mi Carrito0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0